El Sol Viviente está en vuestro
corazón.
Esta es una ‘clave’ que siempre se ha revelado a lo largo de
los milenios de la historia del hombre sobre la Tierra, aunque en más de una
ocasión esta verdad ha sido distorsionada por deficiencias interpretativas.
El
“Sol en el corazón” del hombre es un destello de la Luz Espiritual del Sistema
Solar, que está siempre presente, en todas las criaturas dentro de su esfera de
influencia.
Vuestra tarea, como estudiantes de las Verdades eternas de
la Vida, es descubrir lo que es verdadero y desechar lo falso, en cualquier
tema y en cualquier lugar donde os encontréis. Por lo tanto, buscad la verdad
comenzando por reconocer esta “hipótesis” como verdadera, la cual señala que ‘el Sol Viviente ya está presente en
vuestros centros cardíacos’.
Algunos se preguntarán: ¿No es acaso que esa Luz debe
‘nacer’ en el corazón…, que debe ‘encenderse’…? ¿Cómo que ya está encendida…?
La Luz del Logos Solar, del Señor Solar, está ya encendida en
cada una de sus criaturas. Desde el átomo, hasta las moléculas minerales, los
diferentes vegetales, los animales, y el hombre, en todos…, vibra la Presencia
Viviente de la Luz de la Vida. Se ha llamado con diferentes nombres a esta
Esencia-Presencia de Luz Viviente, comparable a un Sol Eterno. Cada época y/o
cultura en la historia del hombre empleó sus propios vocablos para nombrar a LA
PRESENCIA de la Vida, pero todos coinciden en el significado: “una única
Esencia de Vida Universal que es proyectada en las creaciones menores,
materiales, por una Gran Conciencia Solar, un Logos”. Es por ello que el “SOL”
ha sido un símbolo de lo Divino para tantas culturas y civilizaciones a lo
largo de los milenios. Por lo tanto, amados estudiantes, decir que el Sol Viviente está en vuestro corazón es correcto, por que
nada hay que pueda llamarse “VIDA” que no esté iluminado por un destello
vibrante del Sol Central de un Sistema.
Sin embargo, cierto es que para que este Sol espiritual en
el hombre vibre en su mayor sintonía y
sincronía con Su Fuente expresándose en la materia con transparencia, debe
existir una preparación de los ‘vehículos humanos’, porque la materia grosera
de los cuerpos densos del hombre impide a este Sol sutil revelar plenamente Su
Presencia, ya que las densidades oscurecen las finas hebras vibracionales del
Sol Búdico-Átmico.
Es por ello que los humanos que aún no han despertado a la
conciencia de la Luz espiritual, tienen una vida a oscuras, sumida en la
vibración de las ‘tinieblas’, es decir, en la densa ‘niebla’ de la materia
astral y física. La materia física-etérica, astral, y mental debe sutilizarse a
través de un proceso alquímico de PURIFICACIÓN para que el Sol Viviente que “ya
existe” en el plexo cardíaco pueda ir poco a poco revelándose con todo el poder
transparente de su Luz, es decir, para que su Luz de Paz, Amor y Unidad pueda
expresarse en y a través de los planos físico, astral y mental del hombre. A
este proceso de “Purificación-Iluminación” algunos lo han interpretado como “el
nacimiento del Cristo Niño en el corazón”, y
el consecuente y complejo proceso de maduración del Cristo nacido. Otros
lo han relacionado con un proceso de Iniciaciones esotéricas, con escalonadas y
crecientes aperturas y expansiones de conciencia. Todos se refieren a lo mismo,
pero hoy aquí estamos considerando el hecho, poco revelado y comprendido, de
que el proceso de Iluminación espiritual no consiste en “encender” la Luz
interior para que con ‘el tiempo’ vaya ganando más luminosidad…, ya que el Sol
espiritual YA ESTÁ ENCENDIDO, y no puede ser ni aumentado ni disminuido. Lo
único que puede el hombre hacer es Purificar los vehículos humanos de expresión
de ese Sol Viviente, para que así llegue el momento en el cual, ya sin
obstáculos ni trabas de ilusiones y espejismos, pueda la Presencia Solar
traslucir sus Dorados Rayos, expresándose como CONCIENCIA CONSCIENTE. Es decir,
que el Sol, que ya brilla, debe adquirir ‘cualidad consciente’, expresándose
como tal.
El proceso de purga y purificación es un proceso de
continuas tomas de consciencia, y esto tiene que ver con la psiquis humana. Las
emociones y la mente humana funcionan comúnmente en base a patrones de
mecanicidad, que por lo general, no acompañan al brillo del Sol Viviente de la
Unidad. La mente mecánica del hombre obedece a códigos de ilusión y
separatividad, muy variados y complejos. Es por ello que mientras la psiquis
humana siga sujeta a esos códigos mecánicos subconscientes (creencias,
conceptos erróneos, mandatos culturales, etc.) el Sol de la Unidad se
encontrará impedido de brillar con Su Luz propia, por que ‘Su Casa’, el templo
humano, (en especial la mente) está usurpada por el ego inferior, es decir, la
conciencia humana basada en la percepción de ‘las formas’ y sus consecuentes
complejidades psicológicas.
La PURIFICACIÓN es la
base para que el Sol de la Paz y la Unidad pueda vibrar en y a través de los
vehículos del hombre.
El “Sol”, la Presencia Espiritual, ya brilla, siempre ha
estado en la plenitud de su Luz, la cual no puede ser, como dijimos, aumentada
o disminuida por que es Unidad plena, eterna e infinita, y está más allá del
factor tiempo.
Por lo tanto, no es correcto considerar que el despertar
espiritual es un proceso en el tiempo, como muchos estudiantes entienden; porque
el tiempo no afecta ni modifica jamás al Espíritu puro.
Toda la existencia es una manifestación, en tiempo-espacio,
de una infinita y eterna Presencia de Vida que está más allá de cualquier
limitación condicionada de tiempo y espacio. La existencia, con todas las
creaciones o manifestaciones de vida son como ‘el movimiento’ de la Vida’ en
una burbuja espacial de Tiempo. Tiempo y espacio se conjugan así en diferentes e
incontables formas, dando origen a distintas dimensiones de vida o ‘moradas’ en
el Universo. Es en este tipo de conceptos en los que los estudiantes pueden
apoyarse para aceptar como “hipótesis” la verdad ya enunciada de que la Presencia Solar en cada criatura no
depende del factor tiempo, es un hecho en el AHORA, y ese AHORA es intemporal.
El Sol de la Unidad y la Paz es esa PRESENCIA, que no puede
ser seccionada, dividida o separada de Sí misma. Por lo tanto, cuando nos
aventuramos a afirmar que “el Sol Viviente ya vibra en el centro
cardíaco de todas las criaturas”, no erramos, sino por el contrario, estamos
confirmando el PRINCIPIO DE UNIDAD de la Vida.
El proceso de la Evolución y los grados iniciáticos se basan
en la expresión y expansión progresiva de la ‘Conciencia Consciente’, y esto
puede ser entendido como la toma de consciencia, cada vez con menos limitación,
de ‘la ilimitada Unidad de la Vida Cósmica’. Esto significa que existen muchos
niveles o grados de conciencia, cada uno con un límite de expansión diferente
de la Presencia ilimitada.
Si consideráis a estas ‘hipótesis’ como certezas, por lógica
o intuición, veréis que:
- No
necesitáis crear la Unidad; ésta ya existe.
- No
necesitáis ‘encender’ la Luz Crística; porque ya está encendida.
- No
necesitáis terminar con la oscuridad, porque la oscuridad no tiene existencia
verdadera, siendo (o ‘pareciendo’) real solo en una delgada franja de evolución
durante el pasaje por los planos más densos de la manifestación material.
- Y no necesitáis crear la Paz; solo deberéis
dejar caer las cáscaras que cubren Su Rostro, el verdadero Rostro de la
PRESENCIA SOLAR.
Entrad
en estos nuevos conceptos, y así encenderéis el CÓDIGO DE UNIDAD en vuestras
almas, que será el que reemplazará a los añejos y endurecidos códigos de
creencias relacionadas con la ilusión y la separatividad, que han regido la
conciencia de la humanidad por milenios.
Cread
el Puente en vosotros hacia ese Despertar.
Sois
el Puente y la Luz a la que conduce.
Solo
reconocedlo con contundencia.
FUENTE LUZ
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