El
complemento del Sol es la Paz.
Luz y Paz son energías complementarias de
la Unidad de Vida.
La LUZ
no es simplemente la luz física, sino la Luz espiritual que es AMOR-PROPÓSITO.
Esta Luz es el Alma Divina en el corazón de todas las cosas, porque todo lo que
existe lleva el Aliento Luminoso del AMOR-PROPÓSITO de la Presencia Universal.
Su
complemento, La
PAZ, es el aspecto de
completo silencio y serenidad de La Presencia. También podríamos decir que es
el aspecto “VACÍO” de todas las formas creadas…
LUZ es el
Corazón de Amor y el ímpetu siempre “activo” de la Voluntad Espiritual,
impulsando el progreso. PAZ es la contracara de la Luz, su aspecto “pasivo”,
podríase decir, siempre PRESENTE.
Ambas
Energías son “cualidades” vivas de la PRESENCIA UNIFICADA.
Esta
‘Presencia’ es el Espíritu Solar en todo.
El “Sol” es el símbolo que representa, tal
vez como ningún otro símbolo, los aspectos integrados de “La Presencia”.
LUZ del Propósito, AMOR en la Unidad, PAZ trascendente…;
aspectos integrados de la única y eterna PRESENCIA DE LA VIDA, a la cual hemos
llamado:
“PRESENCIA SOLAR”
Los nombres
dados a la Deidad, y las palabras empleadas para explicar la Manifestación de
la Vida, han confundido a los estudiantes dentro de un laberinto del cual
muchas veces vemos que no pueden salir. Solo la “Síntesis de comprensión” es la
luz-guía que puede sacar al estudiante del laberinto de palabras diversas en
torno a la filosofía de la existencia y del espíritu.
Cada
cultura y pueblo, cada religión y cada filósofo ha empleado palabras propias
para explicar lo que interpretaban como “la Verdad”, y esto ha confundido a
muchos humanos que no han sabido ir más allá de las ‘palabras’ y ‘maneras’…
La libre
INVESTIGACIÓN y la INSTRUCCIÓN es el camino para ver lo que hay en común entre
todas las corrientes religiosas y filosóficas; (y en esta investigación podrá
el estudiante incluir a la ciencia para compararla con las anteriores ramas del
saber y del ser). Realizar esta seria investigación, para extraer las esencias puras de los significados ha sido realizado
por pocos humanos; debido a que la gran mayoría de los ‘estudiantes’ se
contentan con conocimientos y enseñanzas “de segunda mano”, sin ponerse a
reflexionar por sí mismos hondamente para hacer la “limpieza” tan necesaria de
creencias e ideas, forjando así sus propias teorías y comprensiones.
Como se
dijo, la mayoría se contenta con ‘creer’ lo ofrecido por unos seres “elegidos”
que han dado sus vidas a la investigación y entregado sus almas a la búsqueda
de la Verdad. Quienes así lo hicieron dejaron huellas y frutos… sí…, pero no
para que sus descendientes y posteriores generaciones tomasen esos frutos como
dogma o doctrina de fe…, y esto es lo que, lamentablemente, ha ocurrido una y
otra vez en la Humanidad.
Todas las
religiones, prácticamente sin excepciones, ofrecen un conjunto de doctrinas,
creencias y métodos que dicen conducir a la espiritualidad, todo lo cual ya
está armado y es ofrecido como un “combo” que el peregrino debe aceptar o
rechazar. En ninguna religión organizada e institucionalizada hay lugar para la
libre investigación, para la originalidad en el pensamiento… Todas llevan sus
creencias, sus métodos, ritos y costumbres tradicionales, y no ceden jamás ante
un espíritu sanamente inquieto que se siente impulsado a cuestionar todas las
cosas, ‘lo establecido’, desde la raíz…
La idea de
la ‘herejía’, por ejemplo, tan presente en la historia del Cristianismo, se ha
basado en la acusación condenatoria hacia quienes se atrevían a pensar y a
sentir en forma original o diferente a como la tradición religiosa ordenaba…
Pero no se piense que las religiones orientales están acaso exentas del
fanatismo y la ignorancia, pues no es así, ya que también en éstas existe el
prejuicio y la presión condenatoria de las creencias ortodoxas. El mal de la
estrechez mental y la herrumbre en las creencias es común a todas las
religiones y filosofías establecidas, por el simple hecho de que “lo establecido como ‘creencia’ no puede
jamás ser La Verdad”. La Verdad está, en todo caso, más allá del plano de
las creencias; la Verdad no necesita de “la creencia”, existe por sí misma y no
tiene “nombres”, porque las palabras la limitan, encerrándola entre los
‘paredones’ de significados condicionados según la capacidad de la conciencia.
El mundo de
significados es importante en un tramo del largo Sendero del alma; pero así
como el alma entró en el laberinto del ‘Intelecto’, en el mundo de
significados, así deberá salir airosa de allí, con la Comprensión de la
SÍNTESIS a cuestas. Al salir de tal laberinto mental, olvida todos los nombres
y las palabras; aunque las conoce, ya no le importan, porque guarda un único
fruto de su paso por el “laberinto de ideas”: la COMPRENSIÓN DE LA UNIDAD.
Esta
“Síntesis” solo puede ser lograda a través de un arduo “trabajo interior”.
La Verdad,
entonces, no necesita de nombres y está más allá de las particulares creencias
de una u otra forma de filosofía o religión; pero si hemos de darle un nombre…,
Nosotros optamos por decir:
LA VERDAD ES LA PRESENCIA ETERNA DE LA VIDA,
ES EL SOL EN TODAS LAS COSAS,
ES LA ‘LUZ’ Y LA ‘PAZ’ DE ESTA “PRESENCIA” EN TODO.
Con esta
orientación de significados hemos comenzado esta transmisión, y con los mismos
concluimos, reafirmando conceptos claros y precisos a cerca de la COMPRENSIÓN
que debe nacer en las almas humanas, a fin de ofrecer una ayuda para salir del
‘laberinto’ de confusión en el cual tantos peregrinos perdidos se hallan.
La Luz de
estas transmisiones conllevan un propósito y este es “el servicio a las almas”.
Las almas son ‘salvas’ cuando encuentran la
COMPRENSIÓN, y lo único que las condena es la Ignorancia.
Es por ello
que encender una Antorcha en el tortuoso camino de las almas jóvenes, se ha
convertido en nuestra tarea desde hace eones de vuestro tiempo terrestre, y aún
sigue siendo ésta, nuestra labor en el Amor de la Unidad.
LUZ Y PAZ EN LOS CORAZONES.
Jerarquía
Solar
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